lunes, 20 de septiembre de 2010

POR EL DES-CONTROL DE NUESTRAS VIDAS

Campaña contra la militarización de la vida




La militarización de la vida es un correlato necesario de la crisis económica mundial y su prolongación indefinida es una condición necesaria del capitalismo. La creciente privatización implica necesariamente que la guerra, no sólo cree plusvalía, a través de la venta de bienes y servicios bélicos, sino que configure, es decir, que incida políticamente en todos los países del mundo. La militarización es una estrategia implementada por los actores estatales y paraestatales con complicidad de los Estados Unidos en el marco del conflicto colombiano y de una estrategia desarrollista que se impone a sangre y fuego en el continente nuestro-americano. Esta estrategia está enlazada con los intereses económicos y políticos de las tradicionales clases terratenientes del país, de la escasa pero fuerte burguesía industrial y de la naciente clase narco-paramilitar.Ahora bien Colombia es el país que, proporcionalmente, tiene el ejército más numeroso del continente suramericano y cuyo Estado lleva más de veinte años en un proceso de reconfiguración cooptada por parte del paramilitarismo que atenta contra la soberanía nacional. ¿Cómo afecta esto a los y las jóvenes colombianas? La militarización de la vida está matando al pueblo, a las mujeres y hombres que en el campo levantan sus brazos para labrar la tierra, a las comunidades indígenas que caminan la palabra de la solidaridad y la resistencia, a los y las trabajadoras que defienden sus derechos… y también nos está matando a nosotros y a nosotras. La militarización mata, desplaza, destruye y arruina la vida. Los y las jóvenes lo sabemos muy bien porque no somos ajenas a esta realidad, precisamente por el hecho de que sentimos el dolor del pueblo que somos y también, porque aún no estamos totalmente normalizadas y construidas bajo las lógicas hegemónicas de poder; por esto, el estado Colombiano nos ve como un foco de acción, razón por la cual la militarización nos afecta en puntos directos. En los lugares donde se controla el territorio de forma legal o ilegal, los actores armados determinan formas de vida, reglas de comportamiento, formas de vestir e identidades sexuales de las y los jóvenes, imponiendo gustos culturales, musicales, estéticos y sexuales. Así mismo, se hace uso de una política de control y represión que parte de la estigmatización hasta llegar, muy recurrentemente, a requisas ilegales y desapariciones forzadas, como lo son las ejecuciones extrajudiciales.La militarización, que es fundamentalmente, una militarización de la vida, implica diferentes componentes y se expresa a través de diferentes manifestaciones, entre ellas, las siguientes:- Creación de una nueva escala de valores en donde lo militar adquiere una importancia central en relación a otros. En este sentido hay una creación de nuevos símbolos bélicos que se pretenden generalizar como los símbolos con los que toda la sociedad colombiana se debería identificar.- La fuerza física se establece como principal recurso a la hora de solucionar cualquier conflicto; más aún, la imposición de opiniones o formas de pensar y de ver el mundo también tiene como método de imposición la fuerza y el uso de la violencia unidireccional.- El uso generalizado de la fuerza y de los símbolos bélicos está íntimamente relacionado con el patriarcado y la opresión de las mujeres. Se crean de esta manera subjetividades y formas concretas de sujetos y sujetas que tienen como modelo a seguir al soldado macho.- Se parte de considerar que la sociedad, como un todo unificado, se encuentra bajo una amenaza terrorista, y que en ese sentido la solución es la pacificación de la sociedad y la imposición de una seguridad armada.- La militarización como estrategia está ligada con el control territorial de zonas, que implica una orientación militar y social por parte de los actores militaristas (estatales y paraestatales). - De la mano de la militarización, y debido a la existencia de narcotraficantes y paramilitares en las zonas controladas, se impone una cultura mafiosa que le es favorable a los intereses de los actores dominantes.Las manifestaciones que tiene la militarización de la vida son las siguientes:- Servicio militar obligatorio: las dificultades económicas de la mayoría de las personas y de las familias, hace que los hijos hombres de estas, al terminar el bachillerato, tengan muy pocas posibilidades de acceder a la educación superior. Adicionalmente, el Estado y el Ejército obligan a los jóvenes a prestar el servicio militar obligatorio, siendo este hecho de gran importancia en términos de la construcción de imaginarios afines a los objetivos militares y políticos del Estado, cooptado por el narcoparamilitarismo y que sigue ciegamente los lineamientos de Estados Unidos. En el marco del conflicto colombiano, el servicio militar obligatorio puede ser visto como reclutamiento forzado, y la objeción de conciencia se ofrece como una posibilidad viable a esta imposición.- Imperialismo y saqueo de los recursos naturales: el copamiento territorial que se realiza con la excusa de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, se hace con apoyo militar de ejército extranjeros que ponen en duda la ya débil soberanía nacional, y que le son funcionales a los intereses transnacionales, en términos del saqueo de recurso naturales necesario para la producción de ganancias y beneficios para estos actores. Esto genera que las tierras sean desocupadas a sangre y fuego, teniendo como resultado desplazamiento forzado masivo.- Bases militares: la militarización no podría ser de la magnitud que tiene hoy, sino es por el incondicional apoyo militar de gobiernos extranjeros, fundamentalmente del norteamericano. Este apoyo militar tiene como acción paradigmática la instalación de 7 bases militares que estaban destinadas a su ocupación por parte de militares norteamericanos, con lo cual se termina de regalar la soberanía territorial del país. Pero estas bases no son acciones aisladas, hacen parte de todo un plan de copamiento militar del país por parte de tropas militares gringas, materializado a través del Plan Colombia en sus diversas fases y del Plan Patriota, entre otros.- Represión juvenil: los y las jóvenes han sido uno de los sectores que más se han opuesto a la militarización de la vida, por estar particularmente afectados y afectadas. Esto ha hecho que la represión juvenil sea una de las formas más críticas de acción militar contra la población civil, buscando aplacar las siempre fuertes y enérgicas voces de protesta de la juventud. Todo este contexto hace que los y las jóvenes nos encontremos en una situación bastante crítica, debido a que la militarización de la vida es, en definitiva, la destrucción de la misma, su negación constante, tanto material como inmaterial. Es por esto que los y las jóvenes rechazamos la estrategia militarista del estado y del imperialismo, rechazamos todas las formas en las que se militariza la sociedad colombiana y el modelo económico que las sustenta y las motiva. Rechazamos las bases miliares y el control político-físico de nuestros territorios así como también, la extracción de sus recursos naturales; también rechazamos y deslegitimamos de manera enfática la construcción de relaciones sociales bajo lógicas guerreristas, el control de las formas de vida y los cuerpos, el servicio militar obligatorio y la estigmatización y represión juvenil. Los y las jóvenes reafirmamos la vida y la soberanía nacional. Nosotras, como pueblo que somos, no queremos la paz ni la guerra que nos imponen. Contra la militarización de la vida, por el descontrol de nuestras vidas.

Congreso de los Pueblos



CONGRESO DE LOS PUEBLOS


Propuesta de país para una vida digna

Hacia una agenda común legislativa y popular, por un mandato de mandatos para los y las colombianas

Sesión de instalación
8 – 12 de Octubre 2010
Bogotá D.C.

El Congreso de los Pueblos es un proceso de carácter social y popular que convoca todas aquellas dinámicas y procesos de pueblos, sectores y regiones que estén dispuestas a emprender una construcción legislativa común para mandatar el futuro y el presente de nuestro país con una perspectiva latinoamericana y mundial.

En la Minga Social y Comunitaria venimos caminando la palabra, articulando y convocando las distintas maneras que el pueblo colombiano ha tenido para expresarse y organizarse como propuesta de mejor país. Reconociéndonos en esa apuesta como parte de 518 años de resistencia indígena y 200 años de lucha popular por un país donde quepamos todos y todas, hoy llamamos a toda la sociedad colombiana a que nos hagamos presentes en la construcción del Congreso de los Pueblos para emprender la marcha comunitaria hacia la dignificación de la vida de nuestro país y nuestra gente.

Objetivos:


Buscamos evaluar y proyectar el camino andado en los procesos de articulación política y social durante las últimas dos décadas en nuestro país, que expresan las apuestas de vida de los procesos y las posturas que debemos defender en conjunto frente al modelo actual de muerte. Para ello nos proponemos:


1. Desarrollar las líneas temáticas que trazarán en adelante la motivación y construcción común del “El Plan de Vida Digna Nacional”.
2. Elaborar el marco de un “mandato de mandatos” que recoja los acumulados de distintos procesos regionales, sectoriales y de pueblos.
3. Construir y proponer una plataforma de movilización y acción para proyectar y asumir los próximos años de manera conjunta y con una apuesta estratégica frente al país.
4. Definir los criterios organizativos y metodológicos de la articulación social y política con todos los procesos que le apuesten a la construcción de propuesta de país.
5. Recoger y fortalecer una agenda internacional para avanzar en la integración de los pueblos.


Los ejes temáticos del Congreso de los Pueblos


La perspectiva del diálogo que proponemos, parte de las siguientes consideraciones:

* La profundidad de la crisis mundial que vivimos expresa la crisis de la civilización occidental y en consecuencia, la inviabilidad del capitalismo como modelo de vida.
* La puesta en cuestión de toda la racionalidad que ha estructurado nuestros críticos sistemas sociales actuales.
* La urgencia de un nuevo pensamiento y un nuevo ordenamiento que restablezca el equilibrio social y natural del planeta.
* El paradigma de lo comunitario como visión-acción de un nuevo proyecto social: el Buen Vivir.
* La negación sistemática de los poderes existentes a aceptar la necesidad de replantear el orden impuesto.
* El sentido de la acción social en este momento histórico: de la exigencia de los derechos al ejercicio de los derechos, la vida plena e integral.

El Congreso de los Pueblos debe permitirnos la puesta en marcha de un proyecto de país que ponga en todos los escenarios los ejes que consideramos fundamentales para avanzar hacia la Colombia digna que todas y todos nos merecemos. Inicialmente, desde la Minga veníamos caminando en torno a cinco puntos que fueron fundamentales para hacer converger a muchos procesos sociales del país; el camino nos ha mostrado que es necesario incluir otras visiones y complementar esos puntos a la luz de la necesidad de una propuesta integral de país.

Desde la perspectiva planteada hemos construido siete ejes temáticos que convoquen y sintonicen los acumulados de acción y pensamiento, que tenemos los distintos procesos y organizaciones que nos comprometemos a hacer Congreso de los Pueblos:


1. TIERRA, TERRITORIO Y SOBERANÍA: para dar cuenta de la construcción territorial y regional que como comunidades realizamos a diario, en una apuesta de autonomía y autodeterminación.

2. ECONOMÍA PARA LA VIDA Y CONTRA LA LEGISLACIÓN DEL DESPOJO: estamos enfrentando un modelo de producción en el cual el despojo y la desigualdad han sido la regla general. Proponemos dar cuenta de otra lógica económica posible, protagonizada por la gente en convivencia con la naturaleza.

3. CONSTRUYENDO PODER PARA EL BUEN VIVIR: la política y las dinámicas del poder entendidos como proceso y como medio para liberar las potencialidades de la vida social y natural que permita recuperar su integralidad y su armonía.

4. CULTURA, DIVERSIDAD Y ÉTICA DE LO COMÚN: dando cuenta de las múltiples maneras en las que construimos vida en común, pensándonos un país diverso.

5. VIDA, JUSTICIA Y CAMINOS PARA LA PAZ: es imposible construir un país para todos y todas sin hacer una apuesta por la paz y la justicia. La esencia del conflicto la constituye el desequilibrio social y natural que el modelo dominante ha producido, por tal razón, nuestro marco para pensar su superación no es coyuntural ni parcial, parte del carácter de la vida misma y la dimensión de sus relaciones.

6. VIOLACIÓN DE DERECHOS Y ACUERDOS INCUMPLIDOS: en todos estos siglos de camino, los acuerdos que hemos hecho con los gobiernos han sido traicionados, tergiversados, rotos e irrespetados; de la misma forma, nuestros derechos han sido sistemáticamente violados y desconocidos. Como un ejercicio de memoria que fortalezca y fundamente nuestra lucha, tenemos que dar cuenta de esta historia, de la manera como se han desconocido nuestros intereses.

7. INTEGRACIÓN DE LOS PUEBLOS Y GLOBALIZACIÓN DE LAS LUCHAS: Colombia no es nuestra frontera limitante. En América Latina y el mundo entero los pueblos vienen caminando otras visiones de mundo y de relacionamiento internacional posible que se corresponden con nuestras propias apuestas. Articularlas y proyectarlas en conjunto es nuestro reto.


Cómo llegamos a esta primera sesión del Congreso de los Pueblos:


* Desde la construcción de mandatos de pueblos, regiones, sectores y clases: hacer legislación para nuestro país requiere bases sólidas de propuesta, surgidas en la movilización, desde la experiencia de vida y lucha de los procesos. Al Congreso de los Pueblos hay que llevar los mandatos que tenemos, entendidos como acumulados de pensamiento y propuesta que son construidos de manera colectiva, tienen legitimidad social, destacan las contradicciones más importantes que afrontamos y desarrollan metodologías para su cumplimiento y seguimiento. Para ello necesitamos sistematizar nuestro pensamiento, nuestras palabras y recorridos de lucha (Planes de Vida, Planes de Equilibrio, Planes de Permanencia, Programas, Manifiestos, Plataformas, Pliegos, Conclusiones de Encuentros, Tulpas de Pensamiento, Propuestas e idearios políticos). Articulémoslos entorno a lo que nos MANDATAMOS como país.

* A partir de un ejercicio de encuentro y conversación con quienes quieren participar del Congreso de los Pueblos: en nuestro país son muy diversas las formas en las cuales la gente se ha dado su propia organización y lógica de lucha. Potenciar un encuentro entre ellas requiere de paciencia, de reconocimiento mutuo, de la construcción de bases éticas comunes y de sintonizar la mirada frente a las apuestas que tenemos y las maneras para viabilizarlas. Localmente, regionalmente, nacionalmente e internacionalmente impulsaremos distintas dinámicas para encontrarnos, interlocutar y convocarnos como Congreso de los Pueblos.

* Al ritmo y en medio de movilización: El Congreso de los Pueblos surge en medio y gracias a la capacidad de movilización de la gente en torno a sus luchas. En esta sesión, además de la concentración en Bogotá, realizaremos una serie de actos a nivel regional que permitan que el país entero esté en Congreso de los Pueblos.

* Generando comunicación efectiva, difusión y posicionamiento social de la apuesta del Congreso de los Pueblos: Esta es una propuesta para todos y todas, necesitamos que las maneras de difundirla y posicionarla sean también para todos y todas, que se sienta como parte de la vida nacional, que exista en los imaginarios de país de la gente, como parte del proceso de recuperación de nuestras identidades.